Helena soñó que dejaba los sueños olvidados en una isla. Alegría recogía los sueños, los ataba con una cinta y los guardaba bien guardados. Pero los niños de la casa descubrían el escondite y querían ponerse los sueños de Helena y Alegría, enojada, les decía: -Eso no se toca. Entonces Alegría llamaba a Helena por teléfono y le preguntaba: - ¿Qué hago con tus sueños?.