viernes, 22 de agosto de 2008

A D F

Me gustaría robar, y a traición,
un pequeño minuto que rompa toda esa tradición,
de segundos dormidos, de segundos soñados
vividos en un encanto, desenfocado y apasionado.


Déjame, otra vez quitarte la razón.
Y llegar, andar, hacia el estado en el...
que todo se funda, que todo fuera de aqui, desaparezca,
en este lugar del tiempo, robado.


Creeme que todo cambiará, y tú, no tendrás razón.
Por que la razón, no sabe transmitir colores,
por que la razón, no quiere sentir lo que escucha.

Y tu sí, tu sí sabes que escuchando ya se puede sentir.

Los colores se van a mezclar, en otros mucho más vivos,
las nebulosas van a explotar, las palabras van a explotar
en millones de partículas aún por formar.
Y yo te quito la razón.

Nuestras mentes se van a estrechar, juntas, en un baño de agua caliente,
caliente y conciencias caldeadas.


Ahora, ahora, podemos ver la "felicidad", aunque sea a nuestro lado,
aunque no la podamos tocar, pero si la rozamos, siempre lo haremos.
Por que cuando nos llenemos de ella, todo habrá acabado, y con suerte...
la tengamos al final, justo a la salida, donde ya no la podamos tocar,
o ya no "durmamos" junto a ella.