viernes, 6 de abril de 2012

disculpe que sea tan posesiva.



Espero no te importe que te llame "Mío", ese pronombre posesivo que me gusta tanto utilizar, significa mucho...
Poseerte... tus labios, tu piel... tu voz al pronunciar mi nombre, siento que me poseen cuando me tocas, o cuando tus palabras caminan por mis oídos, llegan hasta que sé yo donde y hacen que mi cabeza vuele... sonrío... y me tranquilizo.
Dulce... tus labios son dulces, como las palabras que pronuncias, cuando reflexionas sobre algo, como tu sonrisa cuando bromeas, o haces el idiota en cualquier situación. Te quiero... quiero a tu forma de pensar, a tu forma de dialogar, discutir, valorar, soñar, enfadarte y volar, quiero a tus lunares, a tu piel, a los dedos de tus manos y de tus pies (sobre todo cuando se te mueren, y dan ganas de ocultarlos entre mis manos hasta que revivan), tu cuello, tu pecho, tus ojos...
Quiero todo eso de ti, y cuando me sorprendes, me miras, me besas, hablas, cantas, silbas, o me amas de aquella manera que tu y yo sabemos, siento que te poseo, que poseo todas esas cosas que quiero, por eso, me gusta decirte "mío" por que esa sensación de necesitar todas las cosas que quiero de ti, me abrazan.