martes, 9 de diciembre de 2008

tu y yo..



El tiempo se mide en horas, minutos y segundos pero eso ya se sabe, sí, y te he visto bailar, por detrás de las cortinas, he abierto la ventana y he descubierto lo que hay dentro de tí.
Poco a poco se va destapando y dejandose ver el microsegundo un trocito de materia no muy bien definida que me hace sentir cómoda.

Son los desayunos en mi ventana, son las casualidades de mi ventana.
las risas de mi cama, y la música de mis paredes, las que nos hacen sentarnos y sentirnos... cómodas.

tú con el pelo largo, tu con pendientes azules, tu mirandome, yo llorando, yo en tu armario, tú por las nubes.
me gusta llorar, muMcho.

cerrado.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Muy silencioso seguía sus propios pasos hasta llegar a mí, en algún momento de este periodo de tiempo, que no se muy bien como acaba, ni cuando empezó exactamente.
Cuando empezé a sentirme tan tonta como emocionada, con los ojos caidos y envueltos en puro celofán de color tierra, tan marron como lo puede ser tu silencio, los pasos, el cuando y en que momento, la incertidumbre de cuando llegarás, de que harás, de que forma conseguiré llorar, y romper, por fín, estás palabras que solo consigo soltar, cuando tu no estás, cuando nadie está, cuando estoy , con ella, en silencio, hablando demasiado, entendiendolo todo, temblando, pensando.

Como siempre, me encierra en sus paredes, con sus sonidos, con sus actuaciones de persona especial, que tanto me recordarían a tí. No puede evitar leerme algo por que ella se hizo daño haciendolo, y aprende de sus errores, y los saborea después, me acuerdo de tí.
Encuentra entes maravillosos a los que no sabe nombrar y les da un lugar en su vida...
y yo ya no sé donde está la tuya, y donde me pude meter yo.