martes, 6 de mayo de 2008

La Bomba.

Tengo una bomba, una bomba infinita por dentro y finita por fuera.

Su color... sólido y tan pesado como fugaz podría ser... a los ojos de quien no la vea, ella pretende explotar en cualquier momento, nunca del todo, explota, pero no se destruye.

Está hecha de pequeños ruiditos, diminutos 'clin' de copas muy finas al chocar.

Ella está aprendiendo a hablar.
Tiene dentro, retales de canciones, pequeñas frases y sonrisas agudas, sacadas forzadamente de alguna botella, que despiertan el sentido más debil de su corto mecanismo de explosión.

La bomba, tiene como fin, guardar, administrar partes de tu masa cósmica y permite así, como cualquier tipo de recipientes almacenar y recordar a simple vista de estos, lo ocurrido, o en su defecto explotar, ya que una carga muy pesada de material explosivo detonaria el lagrimal oculto en esta.

Ella espera.

Lleva recuerdos materiales, así como pesadillas o lágrimas mal sacadas; Ritmos rápidos, para bailar y trocitos de palabras, páginas de libretas o libros y otras casualidades detonantes.

-Aquí estoy!

Un cruze de miradas y un despiste espectacular. Desgracias supuestamente agenas y "alegrias" propias. Nostalgia y recuerdos, algo presente y...¿nada de futuro? aún.

Y una señora que le recuerde desde su silla de ruedas:
-¡Te dije mil millones de veces que te fueras de ahí, que te vayas de aquí!

Nada dulce... y trescientas y pico sonrisas iguales..., al año.


Soy mi propia bomba.





Solo palabras. Facto delafé y las flores azules. (video casero de alguien)