Como una ventolera, como una ráfaga, vino y me sentó en el suelo de una, me hizo tirar la cabeza al suelo como si de una manzana se tratase...
por que ya no la iba a necesitar, por que se lo confié todo a un segundo, a una secuencia de instantes...
Es en lo único que pienso, todo pegaba, todos los colores combinaban, da igual si llueve, se mojaran, solo , solo eso.
Y no lo pensé en el momento, en el momento que el viento paró, se me olvidó recoger la cabeza, ahora... es cuando me duele el cuello y no está, no la siento. La perdí.
He tocado fondo.
"no te procupes que esto pasará, mañana estarás bien"
que angustia más fría. flis.