Cuando pienso en la posibilidad de
escapar me veo en la obligación de echarte de menos,
y creo que no merece la pena ni pensar, ni escapar, ni soñar, si no es contigo.
Y no espero que me llames, nada, solo verte cuando lo diga el frío, ese que quiere vernos abrazados mientras pensamos que no existe, que no se siente, solo se oye, hablar de el, a aquellos que pasan abrigados mientras nosotros nos bastamos abrazados.
pequeñaCaramelo.