tic tac...
tic tac...
No tengo reloj, y el corazón acelerado va relajandose poquito a poco...
Me arrepiento no haber reido cuando pude
y disfruto cada recuerdo...
cada primera vez... absurda, o delicada.
cada suspiro, precedido de otro mayor... que acaba por ser el único suspiro que se dió,
que se ha dado.
Las ganas de abrazar se desperezan, y esperan con intriga por donde llegará la persona, hacía donde se girarán los brazos, los besos, los ojos.
lento... y pequeña, enlazadas, un saludo, el único, el primero.
Me gusta que me tapen los ojos por sorpresa, y me abracen por la espalda.
abrazos torpes.