La primera vez que duerme en casa. Dedica a alabar estas habitaciones más tiempo que a su propia perrita (a la que en el fondo quiere, seguro :) , y nunca se había quedado aquí a soñar.
Cotilleamos durante horas bebimos té café vienés comimos muchas muchas galletas, chocolate... y al final el sueño pudo con nosotras... pero entre cojines y mantitas acogedoras, que en Noviembre toca acurrucarse mucho mucho.
1 comentario:
Me gusta mucho tu blog, inexplicablemente me recuerda a una taza de chocolate caliente en una tarde de enero.
:)
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