viernes, 11 de septiembre de 2009

Se acerca a mis oidos.

Viajábamos en coche, parando en casas abandonadas, con piscinas viejas llenas de agua limpia,
Encontrando antigüedades y animalitos que vivían dentro de ella.
Animales extraños, y eso me hacía sentir muy rara, y fascinada...

Recorríamos paisajes de montaña durante días y tu nunca te sentabas a mi lado
el viaje se estaba haciendo largo y a la vez maravilloso, por viajar cerca tuyo
pero jamás tu brazo rozaba el mío jamás.

Nos peleábamos por quien subiría primero al coche, y volviamos a acabar separados.

En una de esas casas, quise perderme, por esas habitaciones poco iluminadas
con cortinas que dejaban entrever la luz del anochecer, las farolas de la calle,
los sillones viejos, estampados con florecitas de esas que le gustan a la abuela
pero que en cambio, eran tan bonitas y melancólicas...

Recorría los pasillos, habitación tras habitación,quería perderme y a ti no te apetecía buscarme.
Escuchando ruidos... y sintiendo que llegaba detrás mío, tonta de mi, sonreía complaciente, esperando a que me cogieses del brazo, o susurrases cualquier tontería y caminaba cada vez más despacio, hasta que ya era inevitable, y dolorosa espera, en la que el pasillo acababa, me giraba y no estabas... no había nada, tóxica e intoxicada y siempre se entrecorta la respiración.


Solo quería que me buscases tú.
y en todo el sueño, no debaja de sonar, una y otra vez


1 comentario:

Anónimo dijo...

Subí los escalones de dos en dos. Tarareando la cancion abrí la puerta, y la habitación, grande y profunda, llena de polvo, solo tenia una ventana, con largas cortinas blancas, llenas de pequeños agujeritos por los que poco a poco se escapaba mi vida. Limpie el polvo que cubria el cristal, hice un circulo por el que poder ver. La casa era grande, de color verde y los marcos de las puertas y las ventanas eran blancos, aunque esos colores desgastados delataban el paso del tiempo.

Al mirar por la ventana te vi caminando por el pasillo, ensimismada, y te grite, pero tu no me oías. Te escribí un mensaje en el cristal de la ventana, como si fuera una pizarra (espérame!) pero tu no lo leíste.

Baje los escalones, esta vez de cuatro en cuatro, y cuando llegue al pasillo alguien había cerrado las puertas, tapiado las ventanas y arrancado el teléfono de la pared. El pasillo se había convertido en un laberinto, de donde no había salida, solo era una sala de espera, para gente que espera, sin sillas ni revistas y mi desesperacion se colgaba a mi cuello como un niño de tres años que no quiere caminar ¿Es que me he vuelto invisible? ¿es que mi armadura egipcia se ha fundido a mi? ¿o es que estoy navegando por un mar en seco?

Al final desenrolle la alfombra y dentro encontré la llave, la llave a mi libertad, la llave a ti, a mi césped sin luna, a tus hombros, a mis secretos, a tu aroma, a mis ojos verdes, a la huella de tu pie descalzo, a mi timidez enfermiza, a tus silencios en el coche, a mi jet lag, y es que, solo yo, solo yo quiero encontrarte...

http://www.youtube.com/watch?v=G-ORzogZpr0